El síndrome del hilillo ocurre cuando nuestros semilleros reciben poca luz. Bajo esta circunstancia, las plantas crecen muy altas y con el tallo muy fino, de tal manera que se tumban.
Para solucionarlo hay que situar los semilleros en una zona con mucha luz e ir introduciendoles poco a poco la radiación solar. Además, debemos añadir sustrato al tallo para enderezarlas.